La Gran Tradición Esotérica

Transcripción del reportaje completo realizado por el escritor y periodista Juan Carlos Licastro y del cual se publicó un resumen en el  diario La Capital, editado en Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires) el domingo 3 de febrero de 2008.

La entrevista tuvo lugar durante un atardecer de los primeros días de enero en una de las pocas mesas del café de la Librería Ghandi Galerna, situado en la tradicional avenida Corrientes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los entrevistados fueron tres especialistas en esoterismo, Iniciación y Tradición Hermética: el Prof. Carlos Caporali, el filósofo Vicente Alberto Biolcati y el Dr. Antonio Las Heras.

– Antonio Las Heras, ¿qué se entiende por Gran Tradición Esotérica?

ALH: – Desde su comienzo la Humanidad tuvo en cuenta lo que nosotros llamamos vertiente esotérica. Ella tiene que ver con la transformació n, con lo que en el campo alquímico sería la transmutación, y su esencia pertenece a las grandes Escuelas de Sabiduría u Órdenes Iniciáticas. En mi libro Sociedades Secretas. Masonería, templarios. rosacruces y otras órdenes esotéricas (Editorial Albatros, Ganador del Premio Faja Nacional de Honor de la SADE, Sociedad Argentina de Escritores)  digo que, ya desde la época de la antigua, histórica, legendaria y mítica Atlántida, la Sabiduría , que es el conocimiento verdadero, se ha mantenido y se sigue transmitiendo merced a esas órdenes iniciáticas y esotéricas. Las mismas han sido, y continúan siendo, depositarias de un conocimiento diferente al profano, al conocimiento científico o meramente técnico, ya que ese saber tiene que ver con lo trascendente.

– ¿Coincide Biolcati con esto?

VAB: – Sí, por cuanto el conocimiento profano hace a lo mundano, a lo terrenal, a lo que está fuera del templo.

– Esos conocimientos trascendentales se han ido perdiendo. ¿Ahora se retoman por, digamos, el Código Da Vinci, o porque se retoma una larga tradición?

VAB: – Bueno, yo espero que se retome. Aunque todavía no lo veo así. Es cierto lo que dijo Las Heras; eso se ha ido perdiendo cada vez más. El actual conocimiento es más bien fruto de algo superficial, técnico y nada más. Hay que tener en cuenta que el verdadero conocimiento significa una verdadera realización, donde el Ser se transforma en aquello que conoce. Ser es Conocer y cuando uno realmente se realiza se transforma, como en esa especie de mutación alquímica mencionada por Las Heras y oportunamente planteada por Jung.

– Las Heras ¿Qué opinaba Guenón al respecto? 

ALH: René Guenón señalaba que en el Occidente la única orden que seguía transmitiendo esa Iniciación, continuando con una tradición milenaria, es la Masonería. Lo cierto es que el profano se preguntará: ¿Qué es esto de la Iniciación ? ¿Hay que hacer un curso, leer algún libro? No. La iniciación es un conjunto o serie de procedimientos rituales, donde el que la está atravesando atraviesa sus propios miedos. Cuando el ser humano vence sus miedos, que al fin y al cabo son la causa de las frustraciones, de su inseguridad, de su angustia, adquiere la capacidad para enfrentarlos y superarlos. Lo cual transforma a esa persona en alguien mejor, deviniendo en el Ser que mencionó Biolcati.

– Ese camino iniciático, sería algo así como el viaje que realizan los peregrinos que hacen el camino de Santiago de Compostela?

ALH: Hasta cierto punto, porque no hay iniciación posible sin un Maestro que guíe. No hay autoiniciación.

VAB: Exactamente. Debe haber un Maestro Espiritual que transmita. Por eso en la India los grandes maestros, casi no hablan, transmiten por su presencia, por lo que son, porque se han transformado en el conocimiento.

ALH: Claro, porque la transmisión no es perceptivo. Siempre digo que uno puede haber leído los mejores libros de estos temas, visto los mejores programas de televisión al respecto, tener los videos mejor realizados; pero eso no sirve para la Iniciación. Eso es hablar de, pero no es haberlo atravesado. Y falta el Maestro, claro.

VAB: Precisamente por eso es que los que estamos en otro camino atacamos violentamente a esa cultura profana, que está actualmente de moda y es adquirida por lo que la gente ve u oye. Precisamente por eso es necesario que alguien sea el Maestro. Para transmitir el verdadero conocimiento, porque es el conocimiento.

CC: Me gustaría introducir otra óptica al respecto de lo que se está hablando, lo cual sería tomar a esta hermosa conversación de los dos maestros desde el punto de vista antropológico. Para ello, si bien estamos frente a dos especialistas en Guenón y Jung, también tenemos que recordar que había una profunda división en el concepto de ambos. Para Guenón lo simbólico era un valor totalmente fijo, en tanto que para Jung era un valor relativo que trabajaba con un patrón interno del que percibía y se dejaba impactar por ese símbolo. Precisamente al respecto contaba Jung que cuando él era chico solía sentarse en una piedra que estaba en la puerta de su casa y se ponía a viajar. En un momento dado, decía, dejaban de ser la piedra y él, separadamente, para convertirse en una sola percepción. Guenón, sin embargo, denostaba a Jung, porque él opinaba que lo fijo era lo fijo. Ahora bien, todos sabemos que somos un pequeño error de la Naturaleza, la cual por la alteración de algún pequeño gradiente de fósforo, generó que el ser humano tenga una estructura cerebral totalmente distinta. Es por ese cerebro distinto y por el magma enigmático de la Creación , surgida del caos que aparece, como muy bien dijo Las Heras, el tema de los miedos. Lo cual explica, de alguna manera, que eso sea algo esotérico. Podríamos aplicar algo mucho más terreno diciendo que el esoterismo es esa zona oscura en donde el ser humano no ha encontrado, a través de la historia, explicación.

– ¿Lo inconsciente estaría en esa parte esotérica? 

CC: Seguro, por supuesto…

– Abraham Haber en un trabajo que tiene sobre Jung, que ganó un premio muy importante de Editorial Paidós, dice que a medida que se va buscando el inconciente, que se lo va ahondando, más misterioso se torna. ¿Hay algo de verdad en eso?

ALH: Sí. Eso lo dijo Haber pero primero lo dijo Carl Gustav Jung. Pero es un error decir el inconsciente como si fuera una cosa, es lo inconsciente, no tiene una forma, no tiene límite… lo inconsciente es insondable, porque además estamos hablando del orden de lo no físico.

– Se quiere entender el mundo de lo inconsciente con una medida física, con una medida mensurable… 

ALH: Sí, pero es inconmensurable. Pero además me interesa, siguiendo lo que decía Carlos Caporali, hacer una precisión: que lo esotérico y lo exotérico – es decir, lo iniciático y lo científico – persiguen la misma búsqueda, porque lo que persiguen es el conocimiento de las leyes universales para poder aprovecharlas en cuanto a principios, de manera tal que nos ayuden a tener una humanidad mejor.

– Ése es el proyecto, esa es la búsqueda…

ALH: Exactamente, los dos. La ciencia es lo exotérico con x, y lo iniciático que es lo esotérico, lo Mágico inclusive, que es una palabra a la que no le tenemos miedo, la respetamos y la ponemos con M mayúscula; ambas persiguen lo mismo: conocer las leyes naturales para aplicarlas a favor de la comunidad. La diferencia, y esto está señalado por Jung en el libro Psicología  y Alquimia, es que hace 400 o 500 años, la Ciencia perdió la pata de lo espiritual. Entonces, al perder la pata de lo espiritual, se acabó la certeza de que la Ciencia impartida – como era antes – iniciáticamente, esotéricamente, mágicamente. La pata espiritual es fundamental, perdido eso, la Ciencia pasa a ser algo que implica conocimientos peligrosos en manos del profano, que no necesariamente ha adquirido, por más que conozca en teoría, la ética, o la luz o el bien, y está lejos de poder aplicar.

CC: Perdón, y si no, anotemos, la tremenda crisis existencial de Hubert Reeves, por ejemplo, astrofísico, un hombre de la escuela de Hawking, cuando abandona su trabajo en la NASA y pasa a preguntarse, quién soy, de dónde vengo, hacia dónde voy.

– Y ahí comenzaron los problemas… eso es importante. ¿Cómo ve todo esto Biolcatti?

VAB: Yo agregaría una cosa que para mí es fundamental. Y es deslindar bien lo que es conocimiento racional, de lo que es conocimiento intelectual. El hombre, como hace bien notar Guenón, ha sido definido como animal racional. Dentro de la animalidad ha hipertrofiado la racionalidad y ha construido este monstruo que es el mundo moderno por haber hipertrofiado la mera razón humana, olvidando la inteligencia, es decir, el intelecto puro. La inteligencia en el sentido etimológico viene de intus legere, lectura interior, está en el centro del ser, en el corazón, como órgano del conocimiento y no del mero sentimiento.

CC: … Perdón, o sea que según tu definición, la inteligencia también es esotérica, porque son definiciones análogas.

VAB: Efectivamente. Entonces, la inteligencia viene de intus legere, repito… lectura interior. La lectura interior: ver en el centro del ser donde está la Realidad con mayúsculas…

ALH: La Masonería lo llama “Lo Real”.

VAB:Lo Real” es lo que se llama comúnmente el Reino de Dios, el verdadero sentido de Dios – eso lo hace notar también Guenón – viene del sánscrito y significa, justamente, la luz inteligible, ver la realidad pura. Eso se da por medio de la inteligencia, no por la razón que es una mera facultad animal. El hombre es un mero animal racional, pero como animal hipertrofiado ha creado este monstruo que es el mundo moderno, meramente racional…

CC: Yo, llegado a este punto de la conversación, me pregunto: ¿no será que nos ha ganado la transformació n, la maravillosa transformació n del ser humano y nosotros mismos hayamos ingresado en una etapa de temor y miedo de conocernos a nosotros mismos?

VAB: Yo diría que estamos en una etapa de descenso desde el punto de vista intelectual, justamente por la hiper-racionalidad que ha creado este mundo técnico.

– Un hombre como Aleister Crowley, uno de los famosos líderes del Orden del Amanecer Dorado (la Golden Down) ¿seguía la trayectoria de la Gran Tradición Esotérica? 

ALH: Sí, y la Tradición Iniciática también. Lo que pasa es que se puede, pero no se debe, analizar e interpretar el idioma iniciático en términos del lenguaje profano.

CC: Sería momento para definir lo que es Iniciación. Para algunos conceptos esotéricos, Iniciación es algo así como morir en un todo y en el mismo momento renacer, con aspiraciones a crecer, a saber. Por eso que la alocución latina nosce te ipsum  (conócete a ti mismo) está presidiendo todos los caminos iniciáticos. En la antigüedad, en algunas de las iniciaciones a que hacía referencia el doctor Las Heras, pero fundamentalmente en las orillas del río Nilo, en el antiguo Egipto, el Misto, era aquél que iba a ser iniciado para recorrer un camino de dirigencia, de poder. Pero para poder dirigir tenía que aprender, como aprendían en el Antiguo Oriente, con el Gran Libro de la Dirigencia , que fue el Tao. Ellos, desde jóvenes, iban a cambiar. Para lo cual se los vestía con una túnica blanca, se hacían abluciones y protagonizaban una Iniciación. Dejaban de ser lo que habían sido hasta ese momento y asumían la responsabilidad de cambiar, haciendo un viaje hacia adentro y de adentro hacia fuera.

ALH: Hermes Trismegisto puro. Lo que es adentro es afuera. En el mundo profano, como bien decía Biolcati, hoy en día la hipertrofia racional se ha apoderado del mundo. Emerson (quizás el único filósofo de los Estados Unidos, Iniciado y Masón) afirmaba que la confianza en uno mismo es el secreto del éxito. Hoy todo eso está armado en base a la duda. ¿Cómo hacía antiguamente un médico? Auscultaba, miraba, preguntaba y emitía un veredicto. Hoy duda. Se ha perdido la confianza en uno mismo.

VAB: Antiguamente, muchas veces un paciente se curaba por la mera presencia del médico.

CC: Voy a nombrar a un médico que cuando llegaba a un lugar, el resto se conmovía. El gran ruso Gurdjieff. Entonces no importaba si él pensaba o tenía valores esotéricos, él tenía una rutina mágica.

VAB: En lo esotérico hay que eliminar el simple pensamiento mental. Hay que llegar a lo interior.

CC: Yo les puedo relatar a dónde hemos llegado pensando metodológicamente desde el racional método del positivismo. Hay una escuela canadiense donde, desde el positivismo, ubican al antiguo ser humano, que solamente incorporaba conocimiento en forma holística, como alguien que sabía cuando sabía hacer. Posteriormente el cerebro humano es conducido a través de la lectura, la modificación de la lengua, la invención de la escritura y su posterior mecanización; hasta el descubrimiento de la memoria de los metales, base de la actual computación y del cálculo rápido. Es todo tan rápido y tenemos tal volumen de conocimientos que es imposible manejarlo. Motivo por el cual, según ellos, seremos los hombres de las cavernas del futuro, porque otra vez estamos aprendiendo en forma holística. Por eso estas charlas vuelven a revivir nuestros conceptos iniciáticos y esotéricos, sino no podríamos. Ahora bien: ¿qué es un templo?, ¿por qué decimos afuera del tempo no y adentro del templo?, ¿qué simboliza el templo?

ALH: Ya que hablás de lo que simboliza, lo primero que quiero es asociar templo, templum, con templanza. Entonces, esto es lo que tiene que ver con lo iniciático y este ejemplo que ahora voy a dar y que tiene relación, como hemos dicho, con el vínculo Maestro-Discípulo, que no es el vínculo profesor-alumno. En el vínculo profesor-alumno hay alguien que tiene un supuesto saber, el otro en forma pasiva debe aprender y repetir ese supuesto saber y en la medida en que el profesor lo examine y el alumno repita ese supuesto saber se establece la posibilidad de crecimiento racional, intelectual, profesor-alumno. En la relación Maestro-Discípulo, que es la que se da en el arte, en la pintura, en la música, el discípulo tiene un rol activo, y ese rol activo lo lleva a situaciones extremas. Por eso asocio templo-templum con templar, con templanza. El herrero es el que produce el acero templado, el acero templado qué es: un pedazo de hierro que primero el Maestro – que es el herrero – somete a un calor extremo, ese calor extremo casi derrite al hierro. Entonces el Maestro (el herrero) lo saca de ese calor extremo, lo coloca sobre el yunque y lo golpea fuertemente con el mazo. Y cuando está muy golpeado, lo lleva a otra situación extrema: pasa a esa hoja de hierro que ya se está transformando en acero por el agua fría de deshielo. Y cuando se ha helado, nuevamente la lleva al fuego extremo y luego a los golpes. Es decir, ahí está un buen símbolo de lo que es la Iniciación.

CC: Eso se llama, en industria, tratamiento de superficie. Quiere decir que el discípulo sale de esa escuela con una superficie muy dura pero con un interior totalmente esotérico: plástico, elástico, capaz de superar dificultades y problemas que la cotidianeidad siempre presenta.

– Respecto a las escuelas que mencionábamos, hay diferentes vertientes, sin duda, por ejemplo el caso de Gurdjieff, el de Jung, el de Guenón o Madame Blavatsky ¿Son diferentes formas de entender el esoterismo? ¿Todas llegan al mismo lugar, o no? 

VAB: Hay una cosa que Guenón la hace ver muy bien. Cuando la transmisión se da efectivamente, el discípulo debe tener latente en su interior al verdadero conocimiento. Entonces se puede transmitir, sino no, sería un mero alumno. 

CC: La búsqueda del conocimiento, la búsqueda interior, la búsqueda de saber, la búsqueda de la inmanencia, para después intentar la trascendencia en el otro.

VAB: La Realidad es una sola con mayúscula, está dentro de uno potencialmente.

ALH: Respondiendo a tu pregunta: son distintas formas de realizar el sendero en pos de una misma búsqueda. Para dar un ejemplo mundano: de aquí a Mar del Plata tú puedes salir en una moto, él en una camioneta 4 x 4, nosotros en bicicleta y otro caminando; son distintas maneras que elegimos para recorrer el camino, pero todos vamos a Mar del Plata.

CC: Por lo tanto, no hay una estructura, ni debe haber una estructura programática.

– Abraham Haber me dijo, hace ya bastantes años, que el hombre había sido creado en el Oriente con los ojos hacia adentro y en el Occidente con los ojos hacia fuera. Entonces yo le pregunté cuál era la verdadera mirada. Él me contestó: las dos. 

ALH: Está bien, estamos de acuerdo.

CC: Ésa era la gran crisis de Guenón. Él decía: no podemos ser orientalistas en el centro de Europa. Y se convirtió, un par de años después, en el único occidental que fue considerado un igual, único caso en la historia, por los Lamas del Tibet. Recordemos también aquél hecho en donde Gurdjieff cura con alcohol, con cognac, a una señora que estaba muriendo. La habían desahuciado y él le receta una cantidad de alcohol por día. Le habían dicho a la hija que al día siguiente su mamá se moriría, entonces, una de las enfermeras le sugirió llamar a un brujo, la hija aceptó y lo llaman a Gurdjieff. Gurdjieff entra a escondidas en el hospital, habla con la moribunda y le recomienda alcohol, luego de informarse sobre lo que le sucedía. A la semana la enferma estaba sana y en condiciones de ser dada de alta. Pero una de las enfermeras, con mucha malicia, denuncia el hecho y el médico lo echa a Gurdjieff, no lo dejan entrar más, le sacan el alcohol a la enferma y poco después se murió.

ALH: El tema es que todo aquél que presenta un paradigma nuevo, automáticamente es resistido por la sociedad establecida, porque esto moviliza intereses, poderes, negocios, etc.

– Las Heras, una pregunta. Me decía Germán García, el reconocido psicoanalista, que todo está a la vista, que está todo descubierto y no hay nada oculto, todo está en las librerías, hay algo que de pronto permanece ignorado y permanece oculto. ¿Qué opina usted al respecto? 

ALH: Coincido con Germán; y además lo he dicho muchas veces: todo está a la vista, lo que pasa que los códigos que nos han dado para descifrarlo son los equivocados, y como nos los dieron desde chiquitos los venimos repitiendo. Pero si uno empieza a enfocar desde otra mirada, ahí viene la resistencia de los poderes establecidos. Yo sostengo la hipótesis conspiracionista. Estoy convencido que desde tiempos inmemoriales hay una lucha entre las fuerzas del Mal con M mayúscula, las fuerzas del Bien con B mayúscula. Va ganando el Mal porque el Mal tienen un poder multiplicador infinitamente superior al Bien y eso lo sabemos desde chiquitos y voy a dar el ejemplo práctico de lo que estoy diciendo. Nuestras madres y nuestras abuelas nos decían: una fruta podrida pudre a las demás. ¿Qué significa esto? ¿Que traigo un cajón de manzanas sanas, pongo una manzana podrida y esa manzana podrida – el Mal – pudre a todas las demás, que simbolizan el Bien? ¿Esto implica que a la inversa es lo mismo? Si yo traigo un cajón de manzanas podridas y pongo una sana, la sana ¿sana a las que están podridas? No, se pudre también. O sea que nosotros desde chiquitos conocemos que el poder del Mal es infinitamente superior al del Bien; sin embargo nos cansamos de escuchar por todos lados lo opuesto, y uno no puede vencer a un enemigo si no conoce cuál es la logística que tiene.

– El arte de la guerra… Hace unos meses salió publicado un encuentro entre Leonor Calvera y Francisco García Bazán a quienes entrevisté. Leonor deCalvera me decía lo siguiente: que el Gran Misterio, para ella, era la muerte, y se entabló una fuerte discusión con García Bazán, quien decía que el Gran Misterio era la vida… 

CC: Coincido con García Bazán. La vida es el único Gran Misterio. Cómo no va a ser  un misterio si estamos aseverando aquí que está todo a la vista y seguimos sin verlo. Cómo es posible que no sea un misterio. En cambio la muerte es muerte… transmutación, intercambio, lo que fuere…

VAB: Porque el objeto es irreal siempre.

CC: Pero ¿por qué sabemos lo que pasa y nos estamos comiendo los unos con otros?…

– A mi la impresión que me causa es que el hombre arma cosas temporales sobre un mundo que se desvanece a cada momento. Es imposible construir algo que permanezca para siempre, incluso las pirámides. 

CC: Cincuenta y dos siglos en los que está definido el circuito dialéctico del Bien y el Mal… 

ALH: Hay una larga tradición de dualidad, cuando anteriormente todo era trinitario. La mesa tenía tres patas, tres niveles, y de dos mil quinientos años para acá lo trinitario se transforma en dual. Por eso cuando yo hablo de esa lucha, hablo claramente de un entramado donde, Mal, Bien, y la letra griega Y, lo que yo digo el Mal y el Bien, arman una trinidad, a tal punto que la letra griega Y, originariamente, era un gancho para un lado, un gancho para el otro lado y un palito, o sea algo que trae y une. Mientras que en el mundo profano, acá, argentino, tú eres simpatizante de Boca o de River, y si eres de Boca, yo estoy entonces en contra, porque yo soy de River, soy enemigo. No es Boca y River. No es me interesa el deporte, el fútbol y cada uno simpatiza por el club que mejor le plazca… Por eso después vienen algunas proyecciones que son frustrantes, porque yo me las puedo creer, pero mi mundo inconsciente no las va a aceptar. La persona común, normal, acostumbra decir: ganó el equipo del cual yo soy fanático, supongamos que fuera Boca o River, y  dice: ganamos, perdimos. Mentira, esa persona estaba mirando a través del televisor, tomando cerveza, comiendo pizza, engordando, sedentario, haciendo todo lo que no debe hacer para su bienestar, y se engaña afirmando: “ganamos”. No, ahí había un grupo de once, quince, los jugadores que hayan sido, si cambiaron o no, atletas… “ganamos”; no, ganaron ellos, qué es esto de que ganamos. Bueno, toda esta cuestión que se dice cotidianamente hace, como dicen los prestidigitadores, mirar al público en la dirección equivocada. Y quería hacerte una última precisión en base a lo que hemos hablado, una en particular. El gran engaño en el que se crió Occidente es, precisamente, esto que señaló Biolcati al principio, que me parece que es la clave, cuando los clásicos griegos se refieren al ser humano como un animal racional; y entonces yo siempre digo, que de ninguna manera lo humano es un animal. Y acá tengo grandes dificultades porque enseguida esto genera una controversia. Pero para mí las cosas son claras, tomándolas del más antiguo campo iniciático, mágico y esotérico, no hay tres, hay cuatro estadíos: lo mineral, que es el estadío más inicial; luego viene el vegetal, luego el animal, y hasta aquí nos enseñaron en la primaria, secundaria y en la universidad. Y después hay un cuarto estadío, que es la sumatoria de lo mineral, vegetal y animal, que es lo humano. Un cuarto estadío que tiene algo que no tiene el mineral, no tiene el vegetal, no tiene el animal, que es esta condición humana, que es ese nivel espiritual, esa inteligencia, entendiendo inteligencia no como percepción.

CC: Es una quintaescencia.

ALH: Una quintaesencia. Entonces hay un cuarto nivel en esto, pero esto que yo propongo, es poner la condición humana a imagen y semejanza de la Creación. Y a partir de allí es que surge la controversia, ya que se considera malo estar en el nivel de ser a imagen y semejanza de Dios.